Tras analizar los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del último mes del año pasado, la FAC constata con gran satisfacción que las pernoctaciones realizadas en campings en Andalucía han vuelto a batir su récord. Con un total de 6.673.454 pernoctaciones, el récord en manos del año 2023 se ha batido con un +10,4%. Estos aumentos se pueden observar en todos los meses, menos en abril por las fechas de la Semana Santa.
Pero paralelamente a estos buenos datos, también es necesario recordar los lados negativos y las sombras que se ciernan sobre los campings. En primer lugar el nuevo Decreto de Registro de Viajeros, que está haciendo mucho daño a todo el sector turístico por la obligación de pedirle a nuestros clientes aún más datos personales y privados. Esto genera un enorme malestar y provoca protestas entre los clientes, algunos de ellos jurando nunca volver a España. Otra sombra viene de la enorme carga legal que se nos aplica y que no para de crecer. Muchas exigencias son obsoletas, otras son fruto del desconocimiento de lo que es un camping y otras son directamente inventos surrealistas de las administraciones. Y en un mercado creciente, con muchas ganas de invertir por parte de los empresarios, la realidad es que las administraciones no facilitan para nada la actividad empresarial y ponen casi imposible la creación de nuevas empresas de camping. Y por último hay daños causados por la acampada libre, tolerado por las mismas autoridades que dicen perseguir el crimen con el mencionado Decreto, pero dejando sin registrar las 3.000 autocaravanas que pernoctan diariamente y libremente en Andalucía. A dos personas por autocaravana, son 2,2 millones de turistas sin registrar al año. Esta acampada libre está causando molestias a los vecinos y siempre cuando pasa algo, la noticia habla de «campings improvisados», un término que nos afecta negativamente sin ninguna razón.